El truco de los 450 euros

Publicado el 27 de agosto de 2012

El gobierno ha comenzado el curso político donde lo dejó, haciendo triquiñuelas y sin llamar a las cosas por su nombre. El primer intento fue el de calificar el rescate a la banca como una simple línea de crédito, y ahora nos prepara para aceptar un rescate total,  que parezca blando y sin condiciones adicionales.

Entretanto, se ha topado con la incomodidad de tener que tomar una decisión con respecto a la renovación de la ayuda de 400 euros para los parados que hubieran agotado la prestación. Esta medida, que introdujo el gobierno socialista en diciembre de 2011, ha beneficiado en estos 18 meses a 500 mil personas, y ha tenido un coste de unos 1100 millones de euros (con 345,9 millones en los primeros seis meses; 447,6 millones durante la primera prórroga y 309,6 millones durante la tercera, aún con datos provisionales).

 

Al PP no le gustó la medida entonces, y ahora se disponía a eliminarla. No lo ha hecho por dos razones: la primera para no darle aire al PSOE, que amenazó acertadamente con recoger firmas para hacer una iniciativa legislativa popular que probablemente habría tenido éxito. Y la segunda, y más importante, porque era una manera fácil de demostrar sensibilidad social justo antes de que llegue un rescate europeo que vendrá aparejado de recortes mayores. Serán entonces los técnicos de Bruselas los que decidan que esa partida no se puede prorrogar más y Rajoy podrá decir que el PP hizo lo que pudo por los más necesitados.

En todo caso, y para que este incómodo asunto no se le fuera de las manos, el gobierno ha procurado meter condiciones nuevas. Una serie de criterios donde se le ve el ramalazo ideológico (ahora el centro de los derechos deja de ser el individuo y pasa a ser la familia completa, con los abuelos incluidos), y que va directamente dirigido contra los jóvenes. A cambio, y a modo de distracción, ha subido la cuantía a 450 euros al mes y ha hablado de los niños en paro de familias acomodadas (de hasta 8.000 euros al mes) que se aprovechaban de esa ayuda sin necesitarla.

 

Aunque probablemente sólo la Ministra conoce familias así de primera mano, el ejemplo le ha servido para alimentar un poco esa mala costumbre española de compararse con el resto y envidiar a los otros imaginando que tienen mucho más. Y sobre todo, le ha servido para vender una medida que de otra forma nadie se habría tragado. Apenas 50 euros más y un bulo le han servido a Fátima Báñez para salir del paso.

 

Pero no hay que engañarse, las cuentas cantan y si el gobierno quiere cuadrarlas, al menos un 12% de los perceptores tendrán que dejar de percibir la ayuda. Esa es la cantidad en la que se ha aumentado la remuneración mensual, y por tanto, esa es la cantidad de gente que como mínimo dejará de acceder a ella. Pero yo creo que con los nuevos criterios, la cantidad de gente que dejará de recibir la ayuda superará el 35% lo veremos dentro de 6 meses, pero los cálculos son muy fáciles de hacer.

 

A finales de junio, casi 211.461 personas percibían la ayuda de 400 euros. El gobierno no podrá gastarse más de los 61,3 millones  euros de media mensual que venía constándole a las arcas públicas ese programa desde que Zapatero lo puso en marcha, así que tendrá que dárselo a menos personas. Si ustedes dividen esos 61,3 millones entre la nueva cuantía de 450 euros, les saldrá una cifra de 136.222 perceptores de media mensual. Es decir, casi 75.000 personas comenzarán este otoño sin la ayuda con la que contaban. Ahí estarán casi todos los jóvenes que no le gustan a la Ministra (aunque supongo que no todos acomodados) y que representaban el 14,1% de los beneficiarios. Pero también estará el perfil clásico de los que se más sufren en todas las crisis: hombres – el 56% de los perceptores-; de bajo nivel formativo – el 72% sin más que la educación primaria-;  y de mediana edad – ya que el 84% de quienes se han beneficiado hasta ahora tenían entre 25 y 54 años.

 

Espero que estos datos sirvan para hacer reflexionar a más de uno y para darse cuenta de que las triquiñuelas del gobierno les han amargado este verano.