El rescate a los bancos: hasta 12.000 euros por famila

Publicado el 10 de junio de 2012

El gobierno se decidió ayer a pedir un rescate bancario con fondos europeos que podría ascender a 100.000 millones de euros.
La cifra que finalmente se inyecte a los bancos dependerá del resultado de las  auditorías que se harán públicas a finales de este mes. De momento, lo que sabemos seguro es que el Estado había puesto hasta ayer 38.000 mil millones de euros (15.000 millones en la recapitalización de las cajas que han recurrido al FROB y otros 23.000 en el reciente salvamento de Bankia). El FMI nos dijo el sábado que el sistema financiero español necesitaría otros 40.000 millones adicionales, por si acaso las auditorías destapaban algún agujero negro inesperado, el Eurogrupo aprobó un rescate potencialmente mayor.

Estamos hablando de cifras directas de inyección en el capital de los bancos, básicamente a través de compra de acciones, lo que excluye otros apoyos mediante avales o préstamos que el Estado ha venido poniendo en marcha desde el estallido de la crisis financiera en 2008. En este contexto, la oposición reclama que la recapitalización de los bancos no cueste ni un euro a los españoles, y el gobierno afirma que cuando se re-estructuren los bancos y se vendan de nuevo a manos privadas se recuperará toda la inversión.
Pero la realidad es que esto no será así. Lo más normal es que el Estado termine asumiendo una buena parte de las pérdidas.

 

Lo más cercano al caso español es el caso británico, que puede servirnos para hacer un paralelismo aproximado de cómo puede acabar esta historia y de cuánto puede costarle a los ciudadanos de nuestro país. El Reino Unido recapitalizó las entidades bancarias en 2009.
Fueron 123.000 millones de libras (en préstamos y compra de acciones) que se repartieron de la siguiente forma: Royal Bank of Scotland (46.800 millones); Lloyds (20.540 millones); Northern Rock (22.990 millones); Bradford & Bingley (8.550 millones) y otros 26.050 millones repartidos entre varias entidades menores para reforzar las garantías de sus depósitos.

 

El Estado británico comenzó a vender algunas de sus participaciones en 2011, y según los últimos datos disponibles de la National Audit Office, las pérdidas reconocidas hasta el momento por esas operaciones ascienden a 12.900 millones de libras. En realidad, las pérdidas finales no se sabrán hasta que el sector público salga de todos esos bancos, pero si hiciéramos una estimación con los datos de cotización actuales de las acciones, las pérdidas finales podrían ascender al 41% del total. Es decir, si el Reino Unido decidiera deshacerse hoy de todas las acciones que tiene en los bancos nacionalizados, sólo recuperaría 72.600 millones de libras de los 123.000 millones que puso, y los ciudadanos británicos deberían asumir pérdidas por valor de 50.400 millones.

 

En el caso de España no tenemos por qué suponer que la cosa vaya a ser diferente. La cantidad de activos tóxicos inmobiliarios es superior en nuestros bancos con problemas, lo que compensa el hecho de que no invirtieran en los derivados financieros que explican buena parte del agujero bancario en Reino Unido. Si España terminara recapitalizando los bancos en la cuantía que parece segura hasta ahora, 78.000 millones de euros, y perdiera el mismo 41% que parece que perderán los británicos, el coste para los españoles podría ser de 31.800 millones de euros. Es decir, 676 euros por ciudadano, o lo que es lo mismo, 2.706 euros por familia de cuatro miembros.
Pero la cosa podría ser aún peor. Si el agujero se revelara mayor y hubiera que usar los 100.000 millones que le endosaron ayer a de Guindos, entonces la recapitalización total entre 2010 y 2012 ascendería a 138.000 millones, que podrían generar pérdidas para los ciudadanos españoles de 2.931 euros por persona (11.744 euros por familia). Vamos, una nadería, que no debería alterar la tranquilidad con la que parece que Rajoy va a disfrutar del primer partido de España en la Eurocopa de Polonia.